Distinguidos invitados;
Queridas compañeras y compañeros;
Camaradas:
Para estar presentes en este acto de instalación; los delegados del XIV Congreso Nacional han tenido que lidiar con los estragos de la oleada invernal, asumiendo los riesgos de transitar por carreteras colapsadas y pasos restringidos, esquivando los aludes de tierra y surcando con arrojo los tramos inundados. No es más que la comprobación práctica de la debacle climática del capitalismo, con todas sus consecuencias para la mayoría de la población pobre y excluida. Para ellos toda nuestra solidaridad en estas duras circunstancias.
Nuestro XIV Congreso se realiza en un momento muy especial para la vida política de nuestro continente. Hace tan sólo unos días presenciamos la Cumbre fundacional de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños – CELAC. El sueño truncado del Libertador renace en la patria que lo vio nacer. 33 países avanzaron hacia una mayor etapa de profundización del proceso de unidad e integración, y lo más importante, sin la injerencia imperialista de los EE.UU. Saludamos este acontecimiento que sin duda amplía la perspectiva de la lucha popular por la democracia, la paz y el socialismo en Nuestra América.
Cuba socialista asumirá la presidencia del CELAC en el 2013. Y sin duda los primeros pasos dados van en dirección a sustituir la obsoleta Organización de Estados Americanos por un sistema democrático regional inspirado en principios y valores anticoloniales, que derrote los planes desestabilizadores y con ello la aspiración del norte a mantener su dominio continental a través del criminal bloqueo a la isla de la libertad. En esta reunión el presidente Santos sostuvo que la paz en Colombia es un asunto interno y conminó a los países del bloque a “no hacer nada”. Pero nosotros sabemos que la solución política dejó de ser hace mucho tiempo un problema exclusivo de las y los colombianos. La salida negociada al conflicto social y armado, es una consigna continental que hace parte de la lucha antiimperialista contra la implantación de bases militares extranjeras en el territorio suramericano.
Para el cobarde asesinato de Alfonso Cano de necesitaron 1.000 hombres, cinco aviones Super Tucano, Cuatro helicópteros Arpía – Black Hawk, tres aviones de transporte, dos aviones fantasma y un helicóptero de rescate. Toda esta colosal máquina de muerte para lanzar un brutal ataque con bombas de 100 y 250 libras, y con bombas inteligentes de alta precisión de45 y 135 kilogramos. Semejante despliegue de destrucción y muerte para matar a un sólo hombre que conocimos a lo largo de la historia por ser un pensador que tenía en sus manos las claves para sacar al país de su estado de guerra permanente. Como hemos dicho no cayo un terrorista, sino un luchador incansable por la reconciliación, la justicia y la paz social en nuestra patria.
Sin duda la operación Odiseo representó un duro golpe militar a las FARC – EP, pero su principal daño fue a la perfectiva de avance de la unidad popular para alcanzar la paz democrática. Las loas al inminente triunfo militar, ocultan la intensión de continuar frustrando las eventuales liberaciones. La defensa omnímoda de los rescates a sangre y fuego, constituyen una muestra fehaciente de la indiferencia del Estado ante el drama de los familiares que han tenido que soportar largas ausencias de sus seres queridos.
Pero es evidente el desgaste de esta política. En vano los poderes mediáticos trataron de unificar la población a favor del respaldo irrestricto a la política de guerra total del presidente Santos. El pueblo comienza a entender que los sentimientos de odio no conducen a ninguna solución real de la confrontación armada. No se explican, como en otros países, con conflictos más agudos, pueden canjear sus prisioneros de guerra sin tantas cortapisas. Por un soldado israelí se liberan cientos de palestinos.
Pero estos destellos de conciencia no son suficientes para desencadenar un proceso de movilización permanente a favor del diálogo y la búsqueda de acuerdo para poner fin al derramamiento de sangre. Las acciones humanitaritas son importantes pero insuficientes. Es necesario construir una alternativa que convoque la acción ciudadana y el compromiso real de las fuerzas democráticas y la izquierda con una idea de paz justa y consecuente. América Latina y el Caribe no lograran acrisolar su segunda y definitiva independencia, si nuestro país no produce cambios sustanciales en la estructura del régimen político, que sustituya el viejo aparato de dominación basado en el terrorismo de estado por un nuevo poder sustentado en la democracia popular y en una dirección hegemónica emancipatoria.
Como hemos dicho Colombia no puede ser la excepción. Los signos de agotamiento del modelo acumulación en Norte América y la Unión Europea, cuestionan los planes de ajuste para salvar los rendimientos del capital financiero mientras aumentan los despidos masivos, subastan el patrimonio público, suben los impuestos, bajan los salarios y privatizan derechos fundamentales como la educación y la salud.
Estos paquetazos son bien conocidos por todos nosotros. La poderosa irrupción de movimiento estudiantil es una clara señal de que los planes neoliberales de Santos no pasaran impunemente. La resistencia urbana que hoy encabeza la juventud, las huelgas obreras en los campos petroleros y en las zonas agrícolas, las protestas comunitarias contra los proyectos mineros y en defensa de la tierra y el territorio, empiezan a configurar un mapa interesante para el desarrollo de la lucha de clases.
Por eso la derrota electoral del POLO en modo alguno significa para nosotros el final del proyecto de la izquierda. Los marxistas comprendemos que la crisis es condición para el cambio. Pero no hay alumbramientos en estas etapas sin la mediación de la lucha ideológica, sin batalla de ideas. El POLO puede renovar su propuesta si logra depurar las posturas conciliadoras con las tesis del progresismo. Defender las conquistas sociales del PDA significa tomar distancia de quienes traicionan el ideario de unidad a cambio de prebendas clientelistas.
El POLO es el único Partido de oposición y debe entender que esta se ejerce parlamentaria y extraparlamentariamente. Para ello debe apoyarse en la causa de los movimientos sociales asumiendo que su proyecto político no se limita a las jornadas electorales. Un proyecto de unidad con el POLO pero más allá de él, significa superar la inercia y las lógicas burocráticas. El Partido y la JUCO tienen el reto de jalonar con el POLO iniciativas de carácter social y político, que contribuyan a acercar los acumulados de la lucha popular representados en la Marcha Patriótica, la Coordinadora Nacional de Organizaciones Agrarias y Populares, la Minga Social y Comunitaria hacia espacios de mayor convergencia.
Este conjunto de factores del proceso político deben ser abordados en nuestras discusiones del Congreso de cara al creciente protagonismo que ganan los jóvenes en el mundo. Si bien los movimientos indignados difieren unos de otros en Estados Unidos, Europa, el Magreb, el Golfo Pérsico Arábigo y América Latina, todos tienen en común que son productos engendrados por la profunda crisis del sistema mundo capitalista. ¿Qué alcance político y cuánta potencia transformadora puede alcanzar estos movimientos?, es una cuestión que hace parte del debate actual, pero sobre todo es un problema práctico que tendrá que resolverse paso a paso y al calor de estas heroicas gestas de la presente generación.
Pero esta apuesta exige de nosotros una mejor comprensión del estado espiritual de la juventud de esta época. No estamos en presencia de lo que en su momento llamamos la juventud de los No – Venta, porque precisamente en ese momento no estábamos dispuestos a vendernos presionados por el delirio consumista del mercado. Con esta idea nos opusimos a estereotipos como la generación X y otros tantos adjetivos con los que jugaron a confundir las mentes más jóvenes, para robarles sus sueños y alegrías, para envejecerlos y llenarlos de amargura.
Hoy atestiguamos el nacimiento de una nueva generación que tuvo que heredar la decadencia cultural del neoliberalismo. Durante mucho tiempo la incertidumbre se convirtió en el signo espiritual de los jóvenes, que derivaron en formas de existencia cerrada y apática. Una juventud hija del despojo que ha tenido que hipotecar su futuro para poder vivir en esta sociedad cada vez más agonizante. Pero es precisamente esta juventud la que está despertando, que ya no le teme a nad (Declaración Política de la Dirección Distrital y Nacional del PCC)
La reciente derrota electoral del PDA ha sido consecuencia no solo de la tarea permanente de la derecha por destruir cualquier esfuerzo unitario de la izquierda. También expresa un inconformismo de la ciudadanía con las inconsecuencias éticas y políticas de dos administraciones elegidas en su nombre, que no contaron con la voluntad política suficiente para gobernar con la izquierda y abrir camino a un modelo alternativo de ciudad. De la misma manera, hay que reconocer crítica y autocríticamente, que hubo incapacidad por parte de las fuerzas que lo integramos, para enfrentar esas inconsecuencias, e impedir los resultados hoy existentes.
El nuevo gobierno de la ciudad, en cabeza de Gustavo Petro, es resultado, principalmente, de esas circunstancias y de la práctica cuestionable del divisionismo y el oportunismo en el PDA, bajo una orientación que reconoce públicamente su interés de conciliar con la política del gobierno de Juan Manuel Santos, en busca de la cohabitación con una corriente de la burguesía colombiana.
Desde nuestra perspectiva, el camino a seguir por las fuerzas sociales y políticas de izquierda no es el “progresismo”, hasta ahora identificado como un fenómeno electoral con el que se cubren intereses diversos de orden caudillista y grupos variados, autodenominados de “centro-izquierda”; mucho menos, la opción de la cooptación abierta o encubierta, del Santismo y su Vicepresidente, que pretenden lavar la fachada de un régimen continuista, violento y antisocial.
A pesar de la gran campaña propagandística de la derecha, es constatable que una parte importante del pueblo de Bogotá, continúa siendo esquivo a los planes de la gran oligarquía y su política de dominación. En la ciudad subsiste una opinión democrática que cuestiona aspectos sustanciales de la orientación guerrerista y antisocial de las clases dominantes, que crecerá al verse enfrentada a las consecuencias de los proyectos lesivos que se encuentran en marcha o de los que busquen reversar las conquistas sociales en sectores fundamentales como educación, salud, asistencia alimentaria, entre otros.
La izquierda debe persistir en la construcción y el fortalecimiento de un proceso político unitario que articule las resistencias y luchas sociales que vienen en ascenso a nivel nacional y que no son ajenas a la ciudad. Una tarea prioritaria de esa rearticulación es la reestructuración orgánica y política del PDA, de cara a su Conferencia Ideológica y al III Congreso Nacional, previstos para el año 2012. Los comunistas estamos por una unidad amplia y plural que se junte sin temores con la lucha campesina, obrera y urbana, expresada en marchas patrióticas, congresos de los pueblos, resistencias obreras y luchas universitarias, sin sectarismos ni ambigüedades.
Como Partido Comunista mantenemos nuestra orientación de lucha por una ciudad democrática y humanizada, reflejada en los diez puntos de nuestra plataforma programática para Bogotá, y en la gestión y las declaraciones públicas del Concejal Jaime Caycedo, durante su periodo, y por el equipo de ediles y fuerzas sociales y políticas que lo acompañaron, respecto a temas estratégicos relacionados con la defensa del patrimonio público, el ordenamiento urbano democrático y los derechos fundamentales de los sectores populares, en oposición al modelo de ciudad mercantil de los capitalistas inmobiliarios y financieros que persiste.
Asumimos una postura de absoluta independencia social y política frente al nuevo gobierno de la ciudad, orientados por una actitud programática y crítica, en respaldo a los derechos de los ciudadanos, preservando la autoridad para pronunciarnos en los temas que consideremos pertinentes. Reclamamos respeto hacia la presencia comunista existente en el territorio y los sectores sociales, y con la obra del PDA en donde hubo conquistas de derechos para grupos sociales marginados.
Persistiremos en los reclamos y la oposición a temas lesivos que afectan los derechos de las comunidades, como las anunciadas privatizaciones de vías públicas, los programas de seguridad atados a concepciones militaristas y represivas promovidas desde el gobierno nacional, la imposición de la jornada única sin garantías para el magisterio, los TLC que dejan en la ruina a la pequeña y mediana industria de la capital, entre otros temas y orientaciones que no compartimos.
Llamamos a la izquierda social y política de la ciudad a desarrollar un proceso de reorganización interna desde la base, promoviendo y acompañando las luchas nacionales y distritales que se avecinan. Proponemos estar vigilantes y participar crítica y propositivamente en los ajustes al Plan de Ordenamiento Territorial y en la elaboración del nuevo plan de desarrollo 2012- 2016, que exigen un protagonismo popular.
Los invitamos a persistir en la lucha por una ciudad democrática y humanizada.
Bogotá, Diciembre de 2011.Partido Comunista Colombiano
Juventud Comunista Colombiana a. Estos jóvenes están comenzando a tomar el destino en sus manos, ya empezaron a escribir su propia historia.
La Juventud Comunista tiene el reto lograr interpretar acertadamente el momento que vivimos. Comprender que el papel que tenemos que jugar es muy exigente y demanda una gran responsabilidad con la causa de los jóvenes de nuestro tiempo. Sobre los hombros de la JUCO reposa la memoria de cientos de mártires que escribieron páginas gloriosas en la historia de la lucha popular. Es un imperativo ético redimirlos en cada episodio de estas épicas batallas, aportando toda nuestra creatividad y combatividad; tomando lacalle junto a todo este torrente juvenil de inconformidad y protesta. Podemos decir, sin ninguna vacilación, que esta nueva generación de jóvenes comunistas, aquí congregados, está atravesando por una gran escuela.
La formación comunista reconoce en el debate un elemento esencial para el crecimiento intelectual de nuestros militantes. Para nosotros es vital el equilibrio entre la actividad teórica y el enrolamiento apasionado que se expresa en la intensa participación de la lucha de opiniones en la cotidianidad de nuestra organización .Al respecto, Gramsci en una de sus cartas desde la prisión, nos revelara importancia de la contradicción para la construcción humana como mujer y hombre revolucionario:
Toda mi formación intelectual tuvo un carácter polémico, de manera que me resulta imposible pensar “desinteresadamente” o estudiar por estudiar. Sólo en contadas ocasiones me he abandonado a alguna línea particular de pensamiento y analizado algo a causa de su interés intrínseco. Usualmente me hace falta entrar en diálogo, ser dialéctico, para llegar a obtener estímulo intelectual. Ya te dije una vez cuánto odio eso de andar arrojando piedras en la oscuridad. Yo necesito un interlocutor, un adversario concreto, aún en situación familiar.
Por eso este Congreso, sorteando toda suerte de provocaciones externas, inaugurará una nueva etapa de la Juventud Comunista. Creo firmemente en la capacidad de los delegados para afrontar con estatura política los necesarios debates en función de nuestro balance y perspectiva política. Nuestro Partido viene rodeando este proceso y está brindando los apoyos donde los hemos requerido y es más que justo hacerle un merecido reconocimiento.
Además contamos con una delegación internacional muy selecta y con la cual estamos profundamente agradecidos y muy horrados con su presencia. Saludamos a los camaradas de la Unión de Jóvenes Comunistas de Cuba, la Juventud Comunista de Venezuela, La Juventud del Partido Socialista Unido de Venezuela, la Juventud Comunista del Ecuador, La Juventud Revolucionaria del Movimiento Alianza País del Ecuador, la Unión de Jóvenes Socialistas de Brasil. Ellos nos aportaran toda su experiencia y sabiduría para enriquecer nuestras reflexiones y contribuir desde las múltiples miradas al fortalecimiento de nuestro papel en la Federación Mundial de la Juventud Democrática en la región.Mil gracias a todas las organizaciones y personas asistentes.
Con estas breves ideas declaro instalado el XIV Congreso Nacional de la Juventud Comunista Colombiana. Camaradas, el debate está abierto!
Unidad en las calles: por la esperanza, la paz y el socialismo!
¡VIVA EL PARTIDO COMUNISTA COLOMBIANO!
¡VIVA EL XIV CONGRESO NACIONAL DE LA JUVENTUD COMUNISTA COLOMBIANA!
Giovanni Libreros
Secretario General
Bogotá D.C. Noviembre 9 de 2011
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